Instrucciones para escribir una carta de desamor

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Escrito por Daniela Ch.

  1. Tal vez te arrepientas.
  2. Sin embargo, el impulso es más fuerte.
  3. Escribí como si no necesitaras respuesta.
  4. No te culpes, seguramente no la obtendrás.
  5. Rogarás que haya alguien, un ser humano.
  6. Que las letras te curen. Pero, si fuera solo eso.
  7. Una sola certeza: al amor como a su contrario, el miedo, se lo hace en las palabras.
  8. A la verdad, no. Inútiles son las cartas, las promesas o los contratos. 
  9. No busques explicaciones.
  10. Todas las cartas de despedida encierran un deseo de venganza.
  11. O de recuperar momentos pasados. Pero ¿Qué importa el tiempo?
  12. Si alguna vez dos pieles dialogaron al saciar su sed esa conversación jamás podrá ser encerrada entre palabras.
  13. Donde haya habido luz, las palabras oscurecen.
  14. Lo sabés, sí, lo sabés. Pero igual. Escribirás porque es todo lo que te queda.
  15. Que tu carta de desamor sea sincera.
  16. Hacete un favor y evitá volverte patética: eludí consejos, especialmente los que proceden de coaches y de falsos gurúes de la comunicación.
  17. No negocies, que no hay «ganar, ganar» en estos yeites.
  18. Solo se trata de saber perder.
  19. Transcribí entonces esas voces. Tipealas en automático, apretá send.
  20. Y confiá.
  21.  Que ya no querés guardarte nada.
  22.  Dicho esto, tu carta podría ser solo una hoja en blanco.
  23.  Pero se sabe, son más hermosas las palabras.
  24.  Dejá que salgan, escribí, borrá, componé tu misiva como puedas: un vómito irrefrenable de frustraciones, acaso un poema, por qué no un cuento o, mejor aun, una promesa.
  25. Enviarás, entonces, esa adorable carta de desamor que será – o no- atesorada por su destinatario.
  26. No habrá respuesta. Pretenderás que tus palabras generen algún eco. Que sean guardadas entre las páginas de un libro. Debajo de la almohada, como arrullando el sueño solitario de quien padece ya no tenerte. En la solapa de una agenda para que una mujer engañada la descubra a destiempo. O en ningún lugar porque, sencillamente, no te quiere.

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