Decirle a un hombre que es hermoso
Dibujarlo muy feo
Liberarlo donde alguna vez te besó
Cerrarle una puerta
Aceptar una nueva mentira
No creer que será la última vez
Hacer bueno al ser más malo del mundo
Escribir un grito que nadie va a soltar
Volver a cerrar esa puerta que nunca estuvo abierta
Despertar
Sentir todos tus sentidos
Prometer que nunca más
Vas a andar anestesiada
Nadar en el aire
Ahogar esos instantes caprichosos
Abrasarte en el oxígeno
Casi levantar tus barreras
Confundir peligro con poesía
Dar algunas órdenes
Fingir obediencia
Pretender verdades
Disfrazar de puro lo que es impuro
Ovillarte entre sus brazos
Descansar tu cabeza en sus caderas
Sentir su mano en tus dedos fríos
Dejar que tome tu pie
Preguntár por qué lo guarda bajo su axila
Enternecerte con su respuesta obvio para calentarlo
Dejar que te sorprenda su beso distraído sobre tu frente
Ah, era eso
Lo que evitábamos
La intimidad puede rompernos más de lo que estábamos
Antes de escurrinos
Pasar a otra cosa
Como comer una galletita de chocolate
Pensando en el hombre más hermoso
Aceptando el adiós que no podremos dar
A quien nunca va a volver