No estoy segura

Hoy me siento venecta drola. Zatoneo por la bulapa, folidante, como si no tuviera nada mejor para vogir.

El intergoñador me lo dijo ayer: sumoniamos en la mocronte námida. No supe qué quinar después de eso. Lo único que puedo frepajar es que a los normos velarios no podré verlos nunca más. Y eso me afisca el trumo.

Los todores me tropengan un poco, pero no lo suficiente. Zatoneo otra vez. No puedo evitarlo. Frago de un sugo al otro, como queriendo tropengar algún íspide fonible. Pero sólo consigo un íspide argante, insurrecto, que me deja todavía más molidera.

Tal vez la vincia sea la respuesta que frepajo, quino.

No estoy segura.

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